Por: el Ing. Pablo F. Abram  – Nota publicada en la Newsletter Innovación del CIIMA y el IPN

Las empresas más exitosas del mundo concentraron todo el proceso de innovación dentro de su estructura como una forma de generar una ventaja competitiva. Últimamente estas empresas fueron sorprendidas por las invenciones provenientes de emprendedores y empresas pequeñas. Si las compañías grandes no pueden generar sus propios desarrollos, terminan comprando a las más pequeñas para adquirir estos conocimientos.

Al mismo tiempo, existen muchas PyMEs que no tiene los recursos y herramientas para finalizar el proceso de innovación y sus capacidades se ven desperdiciadas. Una solución a estas dos situaciones es la innovación abierta, donde dos empresas forman una alianza para llevar a cabo un nuevo desarrollo y compartir los beneficios que estos generen.

Implementar un sistema de innovación abierta requiere algunos cambios en la operación del negocio. El proceso de desarrollo irá más allá de las fronteras de la empresa y el modelo de monetización deberá incluir a varias firmas.

Para empezar se deberá dejar muy en claro que recursos aportará cada uno (tangibles e intangibles) y como se distribuirán los beneficios. En este último punto entra en juego la clara definición de los derechos de propiedad de la innovación resultante de esta alianza. Habrá empresas que preferirán una patente o licencia compartida y usufructuar los ingresos que esta brinde, y otras que optarán por cobrar por la sesión de los derechos y no asumir el riesgo de la comercialización.

De una forma u otra, un acuerdo previo y la posterior registración de la invención, genera una relación de confianza entre las partes que les permite trabajar tranquilos y aportar sus conocimientos sin miedo a no poder usufructuar de los mismos. La innovación abierta, junto con un marco legal apropiado, permite a PyMEs y emprendedores aplicar sus conocimientos para concretar nuevos desarrollos que por falta de recursos no hubieran visto la luz.

En Argentina se puede mencionar dos casos. Aeropuertos Argentina 2000 para poder realizar la ampliación del aeropuerto Ministro Pistarini (Ezeiza) se alió a un arquitecto argentino, con el cual desarrollaron un particular método de construcción que luego patentaron. En otro caso, Promedon, una empresa cordobesa que desarrolla y produce implantes y otras tecnologías médicas, se asoció con CEPROCOR un ente de investigación provincial para perfeccionar un sistema de purificación de moléculas.

La innovación abierta, junto a un buen acuerdo sobre los derechos de propiedad, genera grandes oportunidades de aprovechar la sabiduría que hiberna debido a falta de recursos u otro conocimiento que lo complemente.